La historia que se hace, la historia que se aprende, la historia que se enseña
Detalles de publicación: Barcelona Graó 1998Tema(s): En: Íber : didáctica de las ciencias sociales, geografía e historia Año 5, N° 17 (jul.-set. 1998) ; p. 7-26.Resumen: Una mirada al estado actual de la historia como disciplina científica y como objeto de enseñanza en el conjunto del sistema educativo permite comprobar la ausencia de la obligada conexión que debería existir entre la historia que se hace y que se aprende en la Universidad y la historia que el sistema educativo propone y demanda en otras etapas educativas. Por el contrario, se observa un claro desajuste entre ambos terrenos. A lo largo de las siguientes páginas exponemos, en primer lugar, algunas de las razones que, a nuestro entender, están en el origen de una situación que no favorece la evolución positiva de la historia como ciencia y como disciplina escolar. La segunda parte de nuestra reflexión está orientada a plantear algunas propuestas que podrían permitir paliar una situación que, hoy por hoy, puede calificarse de insostenible. Este análisis, centrado en la historia, no es exclusivo de dicha ciencia, y buena parte de sus planteamientos pueden hacerse extensivos al resto de las disciplinas académicas.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Artículo | CENTRAL Hemeroteca | RV 2357 17 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Disponible |
Incluye referencias bibliográficas.
Una mirada al estado actual de la historia como disciplina científica y como objeto de enseñanza en el conjunto del sistema educativo permite comprobar la ausencia de la obligada conexión que debería existir entre la historia que se hace y que se aprende en la Universidad y la historia que el sistema educativo propone y demanda en otras etapas educativas. Por el contrario, se observa un claro desajuste entre ambos terrenos. A lo largo de las siguientes páginas exponemos, en primer lugar, algunas de las razones que, a nuestro entender, están en el origen de una situación que no favorece la evolución positiva de la historia como ciencia y como disciplina escolar. La segunda parte de nuestra reflexión está orientada a plantear algunas propuestas que podrían permitir paliar una situación que, hoy por hoy, puede calificarse de insostenible. Este análisis, centrado en la historia, no es exclusivo de dicha ciencia, y buena parte de sus planteamientos pueden hacerse extensivos al resto de las disciplinas académicas.
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