Incluye bibliografía

Combinado con expresiones emocionales, la mirada puede proporcionar información esencial para indicar una amenaza en el medio ambiente. El estudio actual evaluó los efectos de la dirección de la mirada en el procesamiento neuronal de los bebés de caras temerosas y enojadas. Los potenciales relacionados con el evento se registraron en trece niños de 7 meses de edad. Dos componentes posteriores sensibles al rostro, el N290 y el P400, así como un componente negativo frontocentral (Nc), que indica una activación atencional, fueron sensibles a la dirección y la emoción de la mirada. Se observó un Nc más grande para las caras enojadas con la mirada directa en comparación con la mirada desviada. Las caras temerosas provocaron un N290 más grande que las caras enojadas, mientras que las caras enojadas provocaron un P400 más prominente independientemente de la dirección de la mirada. Los hallazgos se discuten en términos de desarrollo cognitivo y neural social temprano.