Incluye referencias bibliográficas (páginas 93-94).

La enseñanza de la literatura integrada con la lengua en una misma área curricular se presenta como uno de los aspectos más polémicos del nuevo sistema educativo. Sin embargo, la pretensión de profesores y profesoras en relación con los objetivos de la educación literaria no han cambiado tanto: persiguen crear y consolidar hábitos lectores en el alumnado. En este artículo se examinan algunas aportaciones de teóricos y didactas a fin de ofrecer, por una parte, algunas reflexiones sobre el papel que cumplen la literatura y la lectura en las programaciones lingüísticas o sobre las condiciones que determinan la elección de títulos y autores y, por otra parte, algunas pautas de actuación que orienten el trabajo en el aula.